Canciones sin tiempo
                            
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 Silvina Garré: canciones sin tiempo 

La  cantante, autora y compositora regresó a La Falda después de muchos  años para realizar un recorrido por su extenso repertorio. Un repaso por  todos sus discos, desde su debut solista hasta el flamante realizado  con Litto Nebbia.
 
 
RECITALES DE VERANO
 
Por Néstor Pousa © 2011 
“La primera imagen que tengo si me dicen La Falda es el Festival de Rock en el año ’82”, dice Silvina Garré. Y es lógico que así sea, porque en el verano de ese año y en esta ciudad comenzó su carrera musical. 
Tanto  artista como cronista arribaron con notable puntualidad a la cita  agendada para el día siguiente de su show faldense. Lo primero que  hicimos fue ver las fotos que le había tomado durante su actuación, “Están muy lindas”,  dijo, y fue un halago a mi evidente condición de reportero gráfico de  ligas amateurs. Luego, algunas de esas fotos, tendrían como destino su  casilla de correo electrónico.
Empezamos  hablando de su paso por el legendario Festival de La Falda, en febrero  de 1982, cuando ella era una de las voces en la banda de Baglietto. Y  después la conversación nos trajo a la actualidad en la que, tras 28  años de carrera, asegura tener un estilo consolidado como autora y  compositora, y estar acompañada por muy buenos músicos. “Con Diego Clemente (guitarra, quena, voz y dirección musical) empezamos  hace mucho, en 1985, y nos reencontramos hace seis años más o menos.  Juntos hicimos mis dos últimos discos: El deseo (2007) y Canciones sin  tiempo (2008), y este año vamos a grabar otro”, me cuenta. 
Después repasa: “Estuve  dos años viviendo en Estados Unidos, a mi regreso retomé mis estudios  de psicología, me recibí y empecé a trabajar como psicóloga. Luego de  unos años me reencontré con Diego y me dijo: ‘¿Tenés canciones?’. ‘Sí’.  ‘Bueno yo tengo una banda, vení a la sala’. Empezamos a ensayar y al mes  y medio estábamos tocando”. 
 
 
Silvina  hoy sigue ejerciendo la psicología y continúa activamente con la  música, grabando discos y haciendo presentaciones, ambas cosas: “Se combinan bien”, asegura, aunque nunca necesitó imperiosamente hacer cualquier cosa o lo que no sintiera, para no desaparecer. “No,  la verdad que no lo he necesitado, y tiene que ver con una postura  ética y estética de hacer la música que quiero. Siempre lo hice, desde  mi primer disco tuve la bendición de cantar lo que quise, nunca tuve que  grabar cosas que no me gustaran, o tocar con gente que no quisiera, eso  es muy importante y es una elección también, esto no es suerte, porque  pude haber hecho cosas que no quería y haber ganado más dinero, pero  bueno, es la forma que tengo yo de hacer este trabajo que después se  transformó en una profesión y en una carrera, pero inicialmente fue mi  pasión y mi gran amor que es la música”.

La Garré, Nuestra Joni Mitchell.
Su presentación en el ciclo La Falda bajo las Estrellas,  el domingo 23 de enero, fue un recorrido perfecto por todos sus discos,  desde de su debut solista en 1983, hasta el que realizó en 2010, “Más que loca”,  en donde interpreta la obra de Litto Nebbia. En este nuevo trabajo  Silvina se propuso versionar el repertorio de un artista que ella  admirara como músico, autor y compositor, pero también como persona, y  que además pudiera producir el álbum. Esas condiciones las reunía el  rosarino, que se sumó al proyecto para el cual Silvina tuvo que  reescuchar toda la vasta discografía de Nebbia para seleccionar el  material. 
 
La lista del show faldense incluyó dos de esas canciones (Cuando yo me transforme de Nebbia/Ingaramo y Sólo se trata de vivir) y no fue una presentación formal del nuevo álbum porque de haber puesto más temas significaba sacar canciones que son hits, “Y cuando hace tantos años que no toco en un lugar, me gusta tocar los temas más conocidos”, explica.
Fue entonces una noche de clásicos, bellas canciones sin tiempo como son: Quien quiera oír que oiga, Tréboles de cuatro hojas, Otros pájaros, Canción del pinar (su primer hit, escrito por Jorge Fandermole), Casi  una zamba, En blanco y negro Buenos Aires, Para hablar de mi amor,  Reinas de pueblo grande, Se fuerza la máquina y Diablo y alcohol.
Silvina Garré y su banda (junto a Clemente: Marcelo Piloto en piano, acordeón y voz; Luciano Pallaro Battagliese en bajo y Nacho Piana  en batería) lograron crear un clima íntimo, porque a pesar de tratarse  un espacio público y al aire libre, la sensación era de estar en un  teatro. “Yo trato de pensar que la gente está cerca y que el lugar es pequeño, y lograr que el cielo baje y que la calle se achique”, dice Silvina en relación a esta observación.
Le comento que al verla tocar la guitarra me hizo pensar que era nuestra Joni Mitchell. Silvina se sorprende y se ríe: “Ah, que halago, no, no tanto. Es un gran halago porque es mi artista favorita, eso es un piropo terrible”. Y agrega: “Joni  Mitchell es mi maestra de canto sin que yo lo sepa. Yo aprendí a  cantar, cantando sobre sus discos durante horas y horas todos los días,  es mi artista favorita en serio, de todas las artistas que existen en el  mundo -remarca-, yo la descubrí cuando era adolescente, tenía  14 años, y me dije: ‘si yo puedo cantar estas canciones, voy a aprender a  cantar’. Todavía la sigo escuchando, y sus letras y ella como  instrumentista y como compositora, me parecen un ejemplo desde todo  punto de vista”.-
Fotos: N.P.